Scientists create a DNA test that identifies Lyme disease in horses

Un científico de la Universidad Rutgers que busca ayudar a curar a un caballo enfermo ha creado una prueba de ADN altamente sensible que podría tener aplicaciones para enfermedades difíciles de detectar como la enfermedad de Lyme en humanos.

Como lo muestra un estudio publicado en el Journal of Veterinary Diagnostic Investigations, una prueba de ADN especial ideada por el Dr. Steven Schutzer, profesor de medicina en la Facultad de Medicina de Rutgers en Nueva Jersey, ayudó a un equipo de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell a identificar un neuroblastoma de Lyme en una yegua sueca de 11 años.

Aunque se sospechó de la enfermedad de Lyme, una prueba de PCR estándar no detectó el agente de la enfermedad, la morfoforma Borrelia burgdorferi.

Al igual que con el tratamiento de la mayoría de las enfermedades, la detección temprana es esencial en el caso de Lyme.

«El diagnóstico temprano conduce a un tratamiento inmediato», afirmó Schutzer. «Por supuesto, esto ofrece las mayores posibilidades de curación».

La prueba de captura de genes híbridos de Schutzer, una prueba de alta sensibilidad desarrollada por el equipo, identificó el patógeno en una muestra de líquido cefalorraquídeo de un caballo , lo que permitió diagnosticarlo y tratarlo con éxito. La prueba funciona primero aislando selectivamente el ADN de los microorganismos que causan enfermedades.

«Este método es como tener un ‘gancho’ especial y específico que captura únicamente el ADN de Borrelia y no el ADN de otros microbios, ni el ADN del huésped (animal o humano)», dijo Schutzer. «La detección del ADN es una prueba sencilla, lo que significa que sabemos que tienes una enfermedad activa si se está extendiendo a la sangre o al líquido cefalorraquídeo».

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la enfermedad de Lyme es la enfermedad transmitida por vectores más común en los Estados Unidos. En los seres humanos, puede aparecer o no una erupción cutánea característica, acompañada de fiebre, dolor de cabeza y fatiga. La infección, si no se controla, puede propagarse al sistema nervioso, las articulaciones y el corazón.

Al igual que los humanos, los caballos son huéspedes ocasionales obstructivos de B. No todos los caballos infectados muestran signos clínicos de la enfermedad de Lyme. Si aparecen síntomas, pueden incluir pérdida de peso crónica, cojera y fiebre leve. Las pruebas de anticuerpos generalmente se realizan cuando se sospecha la enfermedad de Lyme.

En el caso descrito en el estudio, la prueba de anticuerpos y la prueba PCR de la yegua no indicaron infección. Solo la prueba avanzada de Schutzer detectó la enfermedad.

La enfermedad de Lyme en los caballos puede causar complicaciones a largo plazo que incluyen daños al sistema nervioso, las articulaciones, la piel e incluso la visión.

Thomas Divers, el veterinario que dirigió el equipo de equinos que elaboró ​​el artículo y es profesor de medicina y subdirector del departamento de medicina de animales grandes de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell en Nueva York, dijo: «Esta es una tecnología muy prometedora. El tratamiento concentrado contra B. burgdorferi en este caso resultó en la recuperación completa del caballo».

Si bien muchas enfermedades, como la COVID-19 y la faringitis estreptocócica, atacan a los humanos en grandes cantidades a partir de patógenos , en otras enfermedades, como la enfermedad de Lyme, las bacterias se multiplican lentamente dentro de un huésped y producen cantidades mucho menores, lo que dificulta su detección.

Schutzer, un experto en la enfermedad de Lyme y otras enfermedades transmitidas por garrapatas, está trabajando en mejores formas de detectar enfermedades que tienen lo que él llama «números bajos de copias» de patógenos.

Según los CDC, cada año se informan alrededor de 476.000 casos de enfermedad de Lyme en humanos. La garrapata de patas negras, también conocida como garrapata del ciervo, es responsable de la mayoría de los casos de enfermedad de Lyme en los Estados Unidos y parece estar aumentando en frecuencia y propagación geográfica.

Otros científicos que participaron en el estudio fueron Claire Fraser y Emmanuel Mongodin, del Instituto de Ciencias Genómicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland; Christopher Miller, de Miller and Associates Equine Practice, en Brewster (Nueva York); Rodney Belgrave, del Mid-Atlantic Equine Hospital, en Ringus (Nueva Jersey); y Rachel Gardner, de BW Furlong and Associates, en Oldwick (Nueva Jersey).

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